Actualmente es muy raro que una nueva marca o negocio comience sin antes haber establecido su misión, visión y valores. Sin embargo, esto no quiere decir que ya se tenga todo ganado. Es importante conocer que estos tres elementos junto con la personalidad de la empresa y su reputación dan como resultado la identidad de la empresa.
La identidad de las organizaciones es el ADN de la empresa debido a que dentro de este concepto se encuentra el conjunto de atributos asumidos como propios por la misma institución. Estas características específicas y personales de la empresa crean una forma perceptible y memorizable de sí misma. De esta manera las personas pueden diferenciarla de otras compañías.
Primero, debemos empezar por definir qué es la misión y la visión. La misión es el propósito, la razón de la existencia de la empresa. Es importante que no sólo exista ésta, sino que los empleados la conozcan para que día a día. La visión es lo que da la pauta y dirección de todos los esfuerzos para el crecimiento futuro del negocio (Thompson, 2006).
En cuanto a los valores, se debe de establecer un código de ética basados en estos principios. Aunque los valores podrían parecer un aspecto secundario, ellos marcan la tendencia y las características de la empresa. Gracias a los valores, la empresa crea su personalidad.
¿Y la personalidad cómo se conforma? Cuando el público se encuentra con una marca genera una percepción de ella y, conforme la va conociendo, la va moldeando. Esta percepción junto con las características (valores) crean la personalidad. Hoy en día un aspecto que tiene un gran peso es la percepción, se necesita verse confiable y firme en sus ideales.
Por otro lado tenemos a la reputación. Ésta es la experiencia del público con toda la empresa, desde el producto hasta el servicio vía telefónica o por correo. Este elemento es crítico ya que no solo es necesario tener una buena reputación como empresa, sino que las figuras públicas de la empresa, como el CEO, deben de ir desarrollando una reputación impecable para no perjudicar a la marca. Actualmente tenemos muchos ejemplos de empresas que se han visto afectadas por noticias negativas de sus directivos.
Finalmente, el conjunto de todos los conceptos mencionados nos da la identidad de una marca. Ésta es importante porque facilita la permanencia en la conciencia pública, transmite, aumenta y preserva el prestigio de la empresa. Adempas, aumenta el flujo de la información entre la corporación y el público. Esta identidad corporativa debe de estar presente en cada ámbito y elemento del negocio; instalaciones, documentos, redes sociales, empleados, “el logotipo o el merchandising, pasando por elementos más complejos, como la forma de actuar, de negociar o de responder a ciertos eventos” (Leon, 2015).
La identidad es nuestra arma más poderosa para atraer clientes y grandes ventas. Por lo que es importante dedicarle tiempo, esfuerzo y recursos para la creación de una identidad corporativa atractiva y competitiva.
Fuente: asnews.mx