El universo paralelo que ahorrará miles de millones a la economía mundial.
Mientras Epic Games construye el ‘metaverso’, decenas de industrias están utilizando ya la tecnología de universos paralelos para ahorrar millones de dólares.
Mientras comienza la construcción del ‘Metaverso’ —un universo paralelo formado por mundos virtuales interconectados en los que seres humanos podrán vivir como en el real— las grandes multinacionales industriales están usando otro universo paralelo vedado al resto de los mortales: el Omniverso.
El Omniverso es una plataforma creada por Nvidia, la compañía que fabrica los procesadores gráficos y de inteligencia artificial más avanzados del planeta. Funciona de forma similar al Metaverso, pero, al contrario que este, en el Omniverso las leyes de la física son exactamente iguales a las del mundo físico. Y desde este Omniverso, según Nvidia, se podrán también controlar fábricas, edificios e infraestructuras en el mundo real.
En este universo paralelo, todo funciona como en la vida real. O mejor dicho, todo existe de forma persistente, como lo hace en el mundo físico, gracias a supercomputadores formados por miles de tarjetas gráficas que utilizan un sistema de descripción de escenas universal inventado por Pixar, el legendario estudio de animación fundado por Steve Jobs, Ed Catmull, Alexander Schure y Alvy Ray Smith.
Esta fidelidad permite que compañías como BMW o el gabinete de arquitectura Foster and Partners simulen mundos reales en un entorno virtual compartido por todos sus ingenieros.
BMW —una compañía que produce dos millones de coches al año— lo está utilizando ya para crear y gestionar gemelos virtuales de sus fábricas. En estas fábricas virtuales todo se comporta como lo hace en la vida real, incluyendo los robots y los humanos virtuales que viven dentro del Omniverso, que simulan sus contrapartidas físicas.
Según el CEO de Nvidia, en el Omniverso la fábrica es tan real como una de verdad. Dentro de este universo digital, los robots de montaje se comportan exactamente como los robots físicos. Y viceversa: estos robots virtuales evolucionan y aprenden a trabajar de manera cada vez mejor. El aprendizaje se puede descargar después a los robots físicos, que inmediatamente adquieren una nueva personalidad en la cadena de producción.
Los ingenieros de BMW tienen el control de estas fábricas y trabajan juntos en este espacio para ajustar los procesos de producción desde cualquier parte del planeta. Un ingeniero en Alemania y otro en Estados Unidos se pueden encontrar en una fábrica virtual, realizar cambios y ver instantáneamente cómo afecta a toda la cadena de producción, desde la entrada de materiales y piezas a las líneas de producción hasta que el coche sale por la puerta.
El Omniverso es tan fiel al mundo real que, cuando el sistema detecta un ahorro de tiempo o materiales, saben que pueden ponerlo en práctica con la seguridad de que van a obtener el mismo beneficio en la producción física.
El impacto del Omniverso en el mundo real
Jensen Huang —director ejecutivo de Nvidia— asegura que las simulaciones que viven en el Omniverso se pueden optimizar también gracias a la inteligencia artificial. Como con las fábricas de BMW, cualquier optimización puede tener un efecto inmediato en el gemelo en el mundo real, ya sea una fábrica, un hotel, un rascacielos o una megaestructura. De hecho, Bentley Systems —que fabrica las herramientas de diseño 3D usadas en casi todas las infraestructuras del mundo— está desarrollando ya herramientas dentro del Omniverso que permitirán a los ingenieros monitorizar y predecir el comportamiento de cualquier tipo de construcción en el mundo real.
El Omniverso, dicen sus nuevos adeptos, tiene el potencial de ahorrar billones de dólares en cientos de industrias a nivel global.
Los arquitectos e ingenieros de Foster and Partners, por ejemplo, colaborarán en sus proyectos dentro del Omniverso desde las 17 oficinas que tienen distribuidas por todo el planeta. Ericsson, la multinacional sueca de infraestructuras de telecomunicaciones, está creando gemelos de ciudades completas para ensayar sus equipos, simulando cómo se comportarán en las redes dependiendo del terreno.
El Omniverso también más allá de la fabricación. WPP —la agencia de publicidad más grande del mundo— quiere dejar de utilizar localizaciones reales para filmar sus anuncios. El ahorro de tiempo y dinero será brutal, dicen, igual que la reducción de su huella de carbono. Para lograrlo están creando cientos de localizaciones virtuales que son gemelos exactos de lugares reales, capturados con cámaras en drones aéreos. Esas cámaras son capaces de obtener miles de millones de puntos y texturas que luego son importados dentro del Omniverso.
Después, utilizando estas localizaciones gemelas, pantallas led gigantes y cámaras conectadas al Omniverso, los equipos de producción de WPP pueden rodar a actores reales contra esos fondos dando la apariencia de que son totalmente reales. Es un sistema similar al que utiliza el estudio de efectos especiales Industrial Light & Magic para filmar la serie de ‘The Mandalorian’, que podéis ver sobre estas líneas. ILM, por cierto, también usará el Omniverso para que sus artistas puedan trabajar en mundos virtuales desde cualquier parte.
Viendo la lista de compañías de software que se han subido al carro del Omniverso —básicamente, todas las herramientas de diseño 3D— parece que no habrá que esperar mucho tiempo para que el Omniverso de Nvidia invada todas las industrias imaginables.
En una entrevista con Ventura Beat, Huang sugiere que el Omniverso dará el salto al mundo del consumo con los desarrolladores de videojuegos, que podrán usarlo para construir mundos con exactamente el mismo grado de fidelidad que la plataforma ofrece a nivel industrial. De hecho, Epic Games —la compañía de videojuegos que recientemente han conseguido 1.000 millones de dólares para crear el Metaverso— también es socio de Nvidia en el Omniverso.
Un grupo de inversores con Sony a la cabeza acaba de invertir 1.000 millones de dólares para crear el ‘metaverso’, un universo paralelo al mundo físico formado por mundos virtuales interconectados en los que los seres humanos podremos vivir como en el mundo real. Suena a juego y ciencia ficción, pero puede convertirse en la siguiente evolución de internet.
La compañía que va a crear este ‘metaverso‘ es Epic Games, los creadores de Fortnite y el motor gráfico Unreal Engine, que está en el corazón de la mayoría de los videojuegos y es clave en la producción de series como ‘The Mandalorian’.
Durante años, el ‘metaverso’ ha sido el sueño de su cofundador Tim Sweeney. Otros, como Mark Zuckerberg, también quieren crearlo, y por eso Facebook está invirtiendo millones en realidad virtual y realidad aumentada. Pero, al contrario que Zuckerberg y su ansia de control monopolístico, Sweeney quiere que el metaverso sea un estándar totalmente abierto que pueda reemplazar a la mismísima internet.
Qué es el ‘metaverso’
La idea del ‘metaverso’ ha sido el objeto de libros y películas de ciencia ficción desde que el escritor Neal Stephenson la introdujo en su libro ‘Snow Crash‘, en 1992. Básicamente, Stephenson imaginó un mundo virtual en el que los humanos pudieran interactuar entre ellos.
La idea fue evolucionando tanto en películas —’Matrix’ fue quizás su máxima expresión en su vertiente distópica— como en la vida real, en juegos de mundos virtuales persistentes como ‘World of Warcraft’. Este tipo de juegos funcionan con sus propias reglas de la física y hasta tienen economías propias con valor en el mundo real. De hecho, para muchos jugadores —que van desde chavales de 14 años a abuelas— esos mundos son tan reales como el físico porque allí interactúan con amigos, corren aventuras y ganan dinero.
Sin embargo, la visión de Sweeney va mucho más allá de estos mundos de videojuegos. El cofundador de Epic Games imagina un número infinito de mundos interconectados en el que cada persona exista como existe en el mundo real, con una presencia persistente que evoluciona a través de todos esos planetas.
En este ‘metaverso’, podrás viajar entre mundos para hacer lo que te plazca. Más allá de vivir jugar y vivir aventuras imposibles en el mundo físico, podrás tener relaciones con personas a miles de kilómetros de distancia y ganar dinero trabajando, fabricando objetos u ofreciendo servicios tal y como hacemos en la realidad actual. Y también creando tus propios mundos como un chaval puede crear ahora una ciudad en Minecraft.
Si has visto ‘Ready Player One’, ya has visto una versión del ‘metaverso’ de Sweeney. Allí lo llamaban Oasis y había sido creado por un par de visionarios, como Steve Jobs y Steve Wozniak crearon Apple o Zuckerberg creó Facebook.
La necesidad de derribar muros y establecer stándares abiertos
Pero el universo imaginado por Sweeney va mucho más allá que el Oasis de ‘Ready Player One’. La diferencia fundamental es que Epic Games afirma que no quiere tener control del ‘metaverso’.
Su teoría es que la propiedad de este ‘metaverso’ —de sus objetos y mundos— corresponderá siempre a las personas o entidades que crean o comprar objetos y mundos. No importa lo que quieras hacer, la propiedad será siempre privada.
Una compañía como BMW, por ejemplo, puede crear coches virtuales para vender a clientes en el ‘metaverso’. Pero una persona también puede crearse su propio coche o su propia nave espacial y pilotar por ese ‘metaverso’. O un banco ofrecer servicios ligados al mundo físico.
Y esto será el pilar fundamental de su economía, que podría generar billones de dólares en pocos años. De hecho, en pocas décadas podría llegar a ser tan grande o más que la economía física.
Para que esto ocurra, el ‘metaverso’ debe ser un estándar abierto, dice Sweeney, sin ningún controlador. Eso necesitará que compañías como Apple, Facebook, Google y Microsoft adopten el estándar, derribando en el proceso los muros de sus jardines. Es algo que parece difícil; pero, viendo la adopción vertiginosa de estos mundos por parte de la chavalada, no parece que vayan a poder oponerse. De hecho, la propia Epic Games y su archiconocido Fortnite demuestran que este tsunami de mundos virtuales es inevitable, lo quieran las grandes o no.
No estamos lejos
En declaraciones a ‘VenturaBeat‘, Sweeney afirma que todo esto no está lejos: “Nos hemos dado cuenta de que no necesitas una tecnología loca para hacerlo. Tenemos todo lo que necesitamos ahora mismo”. Para él, lo único que se necesita es que los desarrolladores empiecen a trabajar sobre estas tecnologías.
A nivel de ‘hardware’, tampoco estamos lejos. Las gafas de realidad aumentada y mixta están a muy pocos años de ofrecer la misma experiencia que la que tus ojos y oídos experimentan en el mundo físico. Igual que las soluciones que permiten sentir objetos que no existen. Y al ritmo al que van, hay pocas dudas de que en este siglo podremos usar lentillas e incluso interfaces no invasivos que conecten nuestros cerebros directamente al ‘metaverso’.
Lo único que no sabemos es si tendremos que vivir bajo el yugo de una gran corporación que lo controle todo —al estilo de Apple o Facebook— o si será una propuesta de ‘metaverso’ abierto como la de Epic Games lo que nos conecte a la nueva Internet, el nuevo plano de la existencia.
Fuentes: Invierten 1.000 millones de dólares en crear un universo paralelo
El universo paralelo que ahorrará miles de millones a la economía mundial