Ser el centro de atención o excesivamente controladoras definen a un perfil de madre que se cataloga como tóxico.
Si pienso en la definición de un perfil tóxico, la última persona que se pasaría por mi mente sería mi madre, pero lo cierto es que madres tóxicas también las hay, como hay hijos tóxicos, amigos tóxicos y parejas tóxicas, entre otras muchas entidades.
Como me cuesta creer que una madre sea tóxica con sus hijos, he preguntado a la psicóloga Irene López Assor, autora de libros como “10 obstáculos que te impiden ser feliz” y “El secreto de las patatas”, entre otros, cómo la definiría y me ha dicho lo siguiente: «Una madre tóxica es aquella que tiene una visión negativa del mundo. Suelen ser madres muy destructivas, victimistas, posesivas y controladoras la mayor parte de las veces». Teniendo en cuenta esta descripción, la psicóloga enumera ocho características propias del perfil de una madre tóxica:
- Madres con falta de autoestima.
La primera característica de una madre tóxica, según apunta Irene López Assor, es que suelen mostrar una clara falta de autoestima y de confianza en ellas mismas: «Utilizan la relación con sus hijos como una forma de cubrir sus carencias y necesidades. Las frases de estas madres son muy recurrentes: “yo no fui capaz”, “es que yo no lo logré…” Como ellas no se sienten merecedoras de atributos positivos, depositan en sus hijos dicha carencia, haciéndoles responsables de unas expectativas que no son las del hijo, sino de ellas».
- Madres excesivamente controladoras.
Al parecer, la madre tóxica también es una persona con necesidad de tener controlado cada aspecto de su vida de la misma manera que intenta controlar todos los ámbitos de la vida de su hijo. «Ejercen este control bajo la premisa del amor, bajo el lema de que con amor todo se justifica: “a qué hora llegas, que me preocupo mucho por ti”», dice la psicóloga.
- Madres que utilizan a sus hijos para conseguir sus sueños.
El tercer punto es que utilizan a sus hijos como medio para conseguir las metas o deseos que ellas no alcanzaron. Frases del tipo: “no quiero que cometas los mismos errores que yo”, “quiero que sigas con lo que yo no pude…”
- Madres manipuladoras.
Tal como cuenta Irene López Assor, utilizan la manipulación para conseguir sus objetivos: «Utilizan el chantaje emocional cuando los hijos intenta ser independientes. Estas madres se sienten ofendidas y expresan que se sienten rechazadas».
- Madres que buscan ser el centro de atención.
«La madre tiene un doble deseo encontrado: por un lado quiere que su hijo triunfe en lo que haga y consiga muchísimos logros para ella sentirse importante. Pero, por otro lado, no desean bajo ningún concepto que las superen, por lo tanto el hijo recibe un mensaje muy confuso», explica.
6- Madres excesivamente autoritarias.
Las que son excesivamente autoritarias son las que imponen su criterio y todo se tiene que ver según este. No admiten que los hijos tengan otras opiniones, ellas tienen que decir cuál es la opinión real, según su valoración y la que es válida.
- Madres celosas.
«Esto es cuando el niño o adulto entabla relaciones de amistad o de pareja satisfactorias y ella se encarga de destruirlas y boicotearlas por los celos que le producen. Ella cree firmemente que es la única merecedora de las intenciones y del amor de su hijo y, por tanto, nadie es lo suficientemente bueno para ella, porque ella, la madre, es la única dueña y señora de su niño, aunque este tenga una edad avanzada en la madurez», manifiesta.
- Madres narcisistas.
También las madres tóxicas se comportan de forma déspota y tirana con sus hijos… «Piensan que todo lo que es su hijo y lo que ha hecho en su vida, es gracias a ellas. Se ponen en una posición egoica y narcisista donde todo gira en torno a ella, ya que ha sido la encargada de cuidarle y hacer todo por él o por ella y, por lo tanto, deben estar a su servicio y complacerla en todo lo que requiera como muestra de agradecimiento», Vaya, lo que hacen es minar la autoestima de los hijos y con frecuencia les suelen recordar que sin ella no son nadie y que no tienen ningún valor por sí mismos: «Su frase favorita sería “sin mí y sin mi sacrificio no serías nada”.
Fuente: abc.es