¿Te has parado a pensar la cantidad de veces que nos comparamos con el resto de las personas por falta de autoconfianza? De forma general, solemos pensar que nuestra felicidad se halla en lo que nos falta.
En aquella cualidad que no poseemos, en esa característica que no tenemos y tanto deseamos, en ese aspecto físico que no logramos conseguir que otros sí tienen…
Creemos que seríamos más felices si fuéramos diferentes a cómo somos. Y lo peor de todo es que no nos damos cuenta del daño que nos estamos haciendo.
La falta de confianza y seguridad en uno mismo nos lleva a compararnos todo el tiempo con los demás dando la espalda a nuestro amor propio y la autoconfianza. Como humanos que somos, es natural sentir ese deseo de aprobación y sentirnos parte de un todo.
El problema viene cuando dejamos que ese deseo controle nuestra vida y nos lleve a entrar en un bucle de “no aceptación”, en el que nos queremos tan poco, que no sentimos confianza ni siquiera para celebrar nuestros propios logros.
Es muy fácil celebrar las victorias de otros, pero te has parado a pensar ¿cuándo fue la última vez que celebraste algo que tú hiciste y te premiaste por ello? ¿Cuándo fue la última vez que te diste esa palmadita en la espalda, felicitándote a ti mismo?
Si necesitas mejorar tu autoconfianza, necesitas entrenar la seguridad en ti mismo. Este entrenamiento se basa en la técnica del reconocimiento, que te ayudará a silenciar cualquier diálogo negativo que puedas tener internamente, enfocándote en todo aquello que ya has conseguido. ¡Todo cuenta!
Cuestiona tu diálogo interno
Cuando las cosas no salen como esperábamos tendemos a auto-castigarnos en nuestra mente. ¿Y si en vez de dejar que ese tono interno tóxico tome el control nos cuestionamos el por qué nos hablamos a nosotros mismos así? ¿Por qué somos tan duros con nosotros mismos?
Ha llegado el momento de comprometernos a mantener un diálogo interno positivo. No se trata de centrarnos en lo que salió mal, sino de centrarnos en el coraje que ganamos para dar el paso y atravesar esa situación.
Para mantener un diálogo interno positivo, basta con que imagines una conversación mental con otra persona en un café. Piensa en un momento en el que tuviste el coraje de hacer algo (hablar en público, pedir ayuda, emprender un nuevo proyecto…).
Cuéntale como si fuera un tercero, lo que te dijiste a ti mismo en ese momento.
Por ejemplo:
“Hace poco, tuve la oportunidad de hablar en público y nunca más volveré a hacerlo, porque al subir al escenario me puse tenso, me entró el pánico y olvidé lo que quería decir. Fue un desastre y me sentí muy avergonzado”.
“El otro día, le pedí ayuda a un compañero con respeto a un programa informático que no domino y luego me sentí estúpido por no ser capaz de hacerlo yo mismo”.
Con este simple ejercicio podrás detectar más de una situación en la que tu diálogo interno no fue todo lo positivo que debería. Al identificar en voz alta estos hábitos de autocastigo, sentirás el impulso que necesitas para ponerles freno.
Reconoce tus logros y momentos de coraje
Todo logro debe ser reconocido por muy pequeño que sea. Para ello te propongo a que cada día hagas una pequeña lista de entre 3 y 5 que reconoces, te llenan de orgullo y vienen de ti.
Por ejemplo:
“Hoy me reconozco a mí mismo por _________________ (parar cuando me sorprendí quejándome, tener el coraje de pedir un aumento, tomar la decisión de emprender un nuevo proyecto…).”
Es muy importante que recuerdes que los reconocimientos no se refieren a lo que se suponía que debías hacer y no hiciste, sino a lo que conseguiste llevar a cabo.
Celebra tus logros
Por último, tras haber cuestionado tu diálogo interno detectando ciertos hábitos de autocastigo, y haber reconocido tus actos de coraje, estarás en disposición de premiarte.
Al igual que haces regalos a otras personas en determinadas celebraciones, o como muestra de agradecimiento, ¿por qué no hacer lo mismo por ti?
Ya sea tomarte tiempo para ver tu programa favorito, dar un paseo, comprarte un pequeño regalo o disfrutar de tu comida favorita, siempre vale la pena tratarte bien. ¡Mímate de vez en cuando!
Cómo mejorar tu Autoconfianza con una técnica 100% efectiva
La falta de autoconfianza es tan dañina para la mente como una enfermedad. Nos puede bloquear y hacernos dudar hasta de nosotros mismos y de lo que somos capaz de hacer. Es muy importante celebrar nuestros logros y ser conscientes de ellos.
Aunque es cierto que adquirir el hábito de autoconocerse a diario puede ser un poco difícil, con la práctica se volverá más natural. Sé constante y reconoce logros tanto grandes como pequeños.
Si además de entrenar tu autoconfianza, mejoras tu fortaleza mental y aprendes a gestionar el estrés, podrás superar con éxito cualquier situación complicada que se te presente.
Solo podemos amar a los demás y pensar en ellos cuando nos sentimos bien con nosotros mismos. Ganar seguridad en tí mismo te llevará también a gratificar a los demás (que es el mejor regalo que puedes hacer a una persona).
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Fuente: emprendices.co